
Evangelio según San Lucas 18:15-17
«Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, (v16).
Oh Sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confió, (Diario 84).
Unas de las actitudes más destacadas en los niños son, la alegría, la honestidad, son desinteresados, creativos etc. Como cualidades en los niños también podemos encontrar la resiliencia, la amistad, sentido del humor entre otras, y es que nuestros pequeños actúan de forma natural, siendo capaces de superar situaciones complicadas más rápidos que nosotros, en este evangelio Cristo les pide a sus discípulos que dejen que los niños lleguen hasta él ya que según nos cuenta el evangelio de San Lucas le llevaban niños y los discípulos reprendían a aquellos que los traían, y más allá del amor de Jesús por los más pequeños yo creería que también en este evangelio el Señor nos manda un mensaje profundo y sobre todo muy aplicable a los tiempos que hoy vivimos, llenos de tanto ajetreo, vicios, sufrimientos, intolerancias y situaciones complicadas.
Cristo en este evangelio también nos invita a ir a él , pero con un corazón de Niño, un corazón alegre, honesto, desinteresado, llenos amor por él y por nuestro prójimo, un corazón resiliente ante el sufrimiento, ante las complicaciones de la vida, abandonado en él , confiado en la misericordia Divina, y así son los niños confiados en sus padres y abandonados a su providencia, no piensan en el mañana en cómo vestirán, que comerán y mucho menos en solucionar ningún problema, solo se abandonan a sus padres confiando que ellos proveerán todo lo que ellos como niños necesitan, es digno y admirable observar cómo nuestros pequeños disfrutan lo poco que pueden tener en el momento, como un juguete, una golosina o simplemente una salida al parque, el aquí y el ahora sin importar el mañana, No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas (San Mateo 6:34), hoy podemos aprender muchas cosas de los niños, nos dice Jesús que quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en el (San Lucas 18:17), Cuanto quisiera Jesús mío tener una fe madura, pero con alma de Niño.
¿Y tú cómo estás viviendo tu fe? ¿Entrarás en el Reino de Dios, que significa esto para ti en tu actualidad? ¿Cómo vives o reflejas estas actitudes de niño que Cristo nos pide con este evangelio?
Oh, Jesús, Señor mío y Dios mío regálanos una fe madura, pero con alma de niño para que podamos entrar a tu Reino. Amén