
La venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos. Ritos y sacrificios, figuras y símbolos de la “Primera Alianza”, todo lo hace converger hacia Cristo; anuncia esta venida por boca de los profetas que se suceden en Israel. Al celebrar anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles renuevan el ardiente deseo de su segunda Venida. Celebrando la natividad y el martirio del Precursor. (Ref. CIC 522,524).
Hola mis queridos hermanos, espero que se encuentren bien y llenos de bendiciones, en la pasada meditación, les hable de empezar una nueva serie de meditaciones sobre la Eucaristía, pero les pido una disculpas porque es que no había caído en cuenta que esta semana empezábamos un nuevo año y ciclo Litúrgico, precedido por este hermoso tiempo de cuatro semanas de Adviento, por lo que pensé que no deberíamos dejar pasar este tiempo de disposición interior de nuestros corazones y oración esperando la celebración del nacimiento del Rey de Reyes, el Hijo de Dios, Nuestro redentor, salvador y Señor Jesucristo, pero les prometo que después de este tiempo, volveremos a las meditaciones sobre la Eucaristía Santo Sacramento y la pasión de nuestro Señor, así que los invito a que meditemos sobre esta primera semana de Adviento y para comenzar pongámonos en presencia del Señor y pidamos la ayuda y guía del Espíritu Santo.
Por la señal de la Santa Cruz…
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria
Oh, Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente inagotable de Misericordia para nosotros en ti confío.
Ven Espíritu Santo, derrámate sobre nosotros con el don de entendimiento para que podamos conocer con profundidad los Misterios de nuestra Fe. Amén
Lectura de la Palabra: Del Santo Evangelio según San Mateo 24:37-44).
«Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. (San Mateo 24:42)
Para mi este es uno de los tiempos litúrgicos más hermosos de nuestra Santa Iglesia Católica, en el que somos invitados a velar a estar preparados mientras esperamos el nacimiento de nuestro Señor, donde el Dios de Israel y del mundo viene a hacerse hombre y a caminar con nosotros su pueblo a través de nuestros problemas y tribulaciones, es un tiempo donde normalmente estamos invitados a una conversión profunda, a una oración del corazón, a una meditación de los misterios de la encarnación del verbo, a esa limpieza de nuestros corazones para recibir al niño Jesús, también es un tiempo de esperanza, ya que como Cristianos también esperamos la segunda llegada del Redentor, este domingo primera semana de Adviento, mientras estaba en la misa sentía que las lecturas se inclinaban sobre el regreso de Nuestro Señor Jesucristo, y pensaba mientras las leía, que todos sabemos de acuerdo con los teólogos aproximadamente cuando nació Jesús, pero solo la Santísima Trinidad sabe cuándo será su segunda venida, y aunque su segunda venida también se puede interpretar personalmente creo yo como el día en que dejemos este mundo para cara a cara encontrarnos con el Juez Justo, hay, sin embargo, hoy en día muchas personas que no viven en la esperanza de la resurrección, en la alegría de una vida eterna o en el verdadero sentido de la navidad que es Cristo, sino que muchas veces dan por sentado y viven con la seguridad de que mañana tendrán otro día, Velad nos dice el Señor.
Y ustedes, mis queridos hermanos, ¿con qué sentido viven este hermoso tiempo litúrgico?
¿Qué significa para ti Velad según las enseñanzas del Señor?
Oh, Cristo querido, concédenos las gracias necesarias para que este tiempo, estemos verdaderamente alertas, concédenos un corazón converso, limpio y puro, lleno de Fe, Esperanza y Caridad para mantenernos vigilantes hasta que tú vuelvas. Amen
De San Francisco de Asís:
Ruego a todos los hermanos, tanto los ministros como los otros, que, removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación y solicitud, del mejor modo que puedan, hagan servir, amar, honrar y adorar al Señor Dios con corazón limpio y mente pura, que es lo que él busca sobre todas las cosas; y hagámosle siempre allí habitación y morada a aquel que es Señor Dios omnipotente, Padre e Hijo y Espíritu Santo, que dice: Vigilad, pues, orando en todo tiempo, para que seáis considerados dignos de huir de todos los males que han de venir, y de estar en pie ante el Hijo del Hombre.(Rnb-1R).
Propósito: un buen propósito puede ser construir la corona de Adviento en familia, orando y meditando la Palabra de Dios junto a la luz de la vela correspondiente a cada semana. También puedes proponerte pasar más tiempo en el Santísimo acompañando al Señor y celebrando con Él y con la Sagrada Familia su natividad.
Ramillete Espiritual: Velad nos dice el Señor. ¿Qué haces para mantenerte alerta mientras esperas la llegada de Nuestro Señor?
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh, dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oración Final: Gustad y ved lo bueno que es Yahvé, dichoso el hombre que se acoge a él. (Salmo 34:8), Gloria….
Y no lo olvides, puedes compartir tus comentarios o experiencias sobre esta meditación, nuestras respuestas a las preguntas, o cualquier otro tema que nos quieras comentar, sería genial poder interactuar entre todos y compartir nuestras experiencias en el caminar con nuestro Señor y la belleza de nuestra fe, esto enriquecería nuestra comunidad de oración, me daría mucho gusto leer tu opinión, pregunta o sugerencia, si quieres puedes dejar tu comentario aquí o mandar un correo electrónico a Palabraquedavida101921@gmail.com, muchísimas Gracias, hasta la próxima semana mis queridos hermanos Dios me los bendiga.