
San Juan Bautista es el precursor inmediato del Señor, enviado para prepararle el camino. “Profeta del Altísimo”, sobrepasa a todos los profetas, de los que es el último, e inaugura el Evangelio; desde el seno de su madre saluda la venida de Cristo y encuentra su alegría en ser “el amigo del esposo “a quien señala como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Precediendo a Jesús “con el espíritu y el poder de Elías”, da testimonio de él mediante su predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio. (CIC 523)
Hola, mis queridos hermanos, espero que se encuentren bien y llenos de bendiciones, Ya estamos en la segunda semana de Adviento, hermoso tiempo litúrgico de nuestra Santa Iglesia Católica, para prepararnos para la llegada del verdadero Rey, Cristo Jesús, una de las formas para esta preparación es disponiendo nuestros corazones en la búsqueda del silencio interior, entrando en el desierto espiritual y de conversión que hoy el profeta del desierto San Juan Bautista nos invita, preparemos el camino del Señor meditando estos misterios.
Por la señal de la Santa Cruz…
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria
Oh, Sangre y Agua, que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente inagotable de Misericordia para nosotros en ti confío.
Ven Espíritu Santo, indícame el camino hacia tus mandatos y meditaré en todas tus maravillas. (Ref. Sal 119:27).
Lectura de la Palabra: Del Santo Evangelio según San Lucas 3:4-6.
Voz del que clama en el desierto, preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas. (Ref. San Lucas 3:4).
El Apóstol San Lucas en estos versículos hace referencia a la predicación de Juan el Bautista, quien predicaba un bautismo de conversión, como se lee en el también capítulo 3 de San Mateo y a su vez preparaba la llegada de Jesús, Voz del que clama en el desierto ¿pero por qué en el desierto?, ¿Qué pasa en el desierto?, que casi todas las grandes figuras de Las Sagradas Escrituras empiezan o transitan de alguna forma por el desierto casi siempre antes de que la gloria de Dios se manifieste en ellos con toda su gracia, Cristo quien todos sabemos y creemos firmemente que es Dios y la segunda persona de la Santísima Trinidad, según el Evangelio de San Lucas fue llevado por el Espíritu Santo tercera persona de la Trinidad al desierto antes de empezar su ministerio público donde sabemos que fue tentado por el diablo, el pueblo de Dios estuvo 40 años en el desierto después de haber sido liberado de Egipto y antes de entrar a la tierra prometida, es que pareciera que todo empieza ahí en el desierto, en ese silencio interior que tantos Padres, Monjes de nuestra Iglesia buscaron para encontrarse con el Dios verdadero, es el desierto donde podemos vaciarnos de nosotros mismo y de todas esas voces que abundan en nuestras vidas para purificar nuestros corazones y llenarnos de Dios, del Reino de los cielos en conversión profunda enderezando nuestras almas para vivir en la Gracia de Dios, yo creería que no hay purificación, ni profunda conversión si no hay desierto que la antecede, y a eso precisamente nos invita esta segunda semana de Adviento, San Francisco de Asís, quien fue bautizado por su mamá con el Nombre de Juan, según Tomás de Celano uno de sus Biógrafos, era un maestro en esto del silencio interior tanto así que pasaba horas en una pequeña cueva a las afuera de la ciudad mientras entregaba sus dudas agonías y sufrimiento a Nuestro Padre de los cielos a quien en una profunda oración le pedía conocer su voluntad para con él, para su vida, antes de su perfecta conversión, así fue su silencio en oración que recibió la gracia de vivir el Santo Evangelio siendo una imitación perfecta de la pobreza de Nuestro Señor Jesucristo, de su amor a Dios, al Prójimo y a su iglesia recibiendo incluso los estigmas de Nuestro Señor. Pidamos la gracia, mis queridos hermanos, de ser Guiados hacia un desierto espiritual por San Juan Bautista en el Espíritu Santo, para que, lejos del ruido de nuestros días, seamos capaces de preparar y hacer de nuestros corazones un pesebre para recibir al Niño Jesús en la unión de la Sagrada Familia.
¿Qué te impide hoy entrar en ese desierto interior para encontrarte con Cristo?
¿Qué es significa para ti la palabra desierto, como la interpretarías según el cristianismo?
Propósito: Los invito a que lean o escuchen el Evangelio de ayer domingo y mediten en todas aquellas palabras, frases o versículos que les llame la atención San Mateo 3:1-12, es un pasaje hermoso rico en enseñanzas.
Ramillete Espiritual: Preparad el camino del Señor, ¿Cómo te estás preparando para la llegada de nuestro Salvador?
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh, dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Oración Final: Gustad y ved lo bueno que es Yahvé, dichoso el hombre que se acoge a él. (Salmo 34:9), Gloria…. Y no lo olvides, puedes compartir tus comentarios o experiencias sobre esta meditación, nuestras respuestas a las preguntas, o cualquier otro tema que nos quieras comentar, sería genial poder interactuar entre todos y compartir nuestras experiencias en el caminar con nuestro Señor y la belleza de nuestra fe, esto enriquecería nuestra comunidad de oración, me daría mucho gusto leer tu opinión, pregunta o sugerencia, si quieres puedes dejar tu comentario aquí o mandar un correo electrónico a Palabraquedavida101921@gmail.com, Gracias, hasta la próxima semana mis queridos hermanos Dios me los bendiga.